jueves, 28 de septiembre de 2017

***A la facultad de ingeniería***

***A la facultad de ingeniería***
En sus aulas aprendí,
algo más que cálculo,
ecuaciones o trigonométrica,
pues sus enseñanzas,
son lecciones de vida.

En la pila, me dieron de una
forma particular la bienvenida,
en sus aguas se diluyeron,
las costumbres del bachiller,
pasaron a ser, cosas de ayer.

En los primeros semestres,
era la coladera,
porque llegar a ser ingeniero,
no es para cualquiera.

El área común, no tiene
nada de común...
Porque allí es cuando
la capacidad de razonar,
se empieza a desarrollar.

Para estudiar ingeniería
hay que tener pasión
y percevarancia,
es importante la constancia.

Uno se acuesta resolviendo
ecuaciones y se despierta,
en la madrugada con la posible
respuesta...

Pero estudiar ingeniería,
es un camino de alegría,
pues la facultad tiene
su propia personalidad.

En la facultad de ingeniería
¡ Quién lo diría?
viví unos de los años,
más hermosos de mi vida.

Después del privado,
me despidieron en la pila,
me cambiaron el nombre
y ese lo usa ese punto
en el universo, que escribe
versos...

Llegó el día más anhelado,
el de la graduación
y al salir con la toga,
del auditorium,
me dije:

Mi querida facultad,
si volviera a nacer,
volvería a estudiar,
ingeniería.
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